Se supone que en la tercera década ya estás ejerciendo algún
tipo de profesión o de oficio. Si estudiaste una carrera universitaria y sos de
la nueva generación de estudiantes, ya estas por tenerlo, estas a una o dos materias.
¿Te falta la tesis? Bue, cuasi recibido.-
En mi caso no es así. Envidio
sanamente aquellos que sienten una “vocación”. Es parecido a cuando una monja o
sacerdote dice “sentí el llamado de Dios” o una mujer habla de cómo decidió ser
madre “sentí ser madre” o “me llamó la maternidad”. Hay mujeres que no les
pasa. Bueno, a mi no me paso el “llamado de la vocación”. ¿ tendrá mal mi número
de teléfono?, ¿sabrá que por Whatsapp también me puede avisar? Yo estoy segura
que la factura del teléfono la tengo al día.-
Creo que sufro “multipersonalidad de profesiones”. Puedo armar un historial de mis intentos de vocación: abogacía,
politóloga, mercadologa y ya a un paso de ser realmente “Corredor y Martillero
Público”. Wow! que vocación un poco obligada ¿no?
Pero hay otras con las que siempre fantaseo dependiendo los
momentos: Maestra Jardinera, cuando estoy jugando con mi hija o con los bebes
de mis amigas; Profesora de Ciencia Política, transmitir conciencia social a
los jóvenes de hoy que están con Show Match como ideal me genera adrenalina; Periodista,
escribir, leer mucho, saber de todo un poco, ser cuasi intelectual, estar
informada sobre si Rito pudo encontrar otro boludo con plata; Perito en criminalística,
cada vez que hay un caso policial de relevancia no puedo evitar de leer cada
artículo y sacar mis conclusiones del caso como si fuera el Inspector Gadget.-
Después de que recorro todas esas profesiones por Internet,
miro las materias, perfil del estudiante, aranceles y me imagino como sería yo
en todos esos roles… vuelvo a mi realidad un poquito mas realizada, esperando a
que “vocación” de una vez por todas me llame.-